Reinventarnos a nosotros mismos llegó más por obligación que por intención. La catástrofe económica nos cambió nuestro modo de vida. La crisis nos ubicó en un contexto inédito, pasamos de la abundancia a la escasez. Sin cambiar el buen humor, es que los venezolanos luchamos porque no nos queda otra.
Estamos saliendo adelante en la medida en que le damos significado y sentido a la vida. Dentro o fuera del país florecemos con mayor deseo de superación, le damos mayor valor a las cosas.
Esta situación viéndole el lado positivo, nos enseñó a enfrentar la adversidad. Superarla pasa por reinventarnos. Pueda que el panorama político y económico siga trabado, pero eso no debe ser limitante para que nosotros sigamos adelante.
Las pequeñas y grandes cosas logradas tienen una valiosa significación, pero todavía falta mucho por lograr y mucho por aprender.
Resulta encomiable ver a una Venezuela que se niega a morir, un pueblo que sobrevive a la tormentosa y evitable crisis.
Confío que más temprano que tarde, veremos florecer todo nuestro potencial para ser más prósperos de lo que un día fuimos.
Foto: Pixabay
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